Inspírate
- Patty Lamond
- 2 mar 2016
- 2 Min. de lectura

Vivir para aprender es saber que existen lugares en los que la inspiración no necesita evadirse de la realidad para encontrarse consigo misma. Hay lugares donde la inspiración no necesita ser buscada, porque la inspiración sencillamente ES. Es una bocadana de aire, un trazado de raíces, un chapuzón en el mar. Esta inspiración es distinta, y no se apoya en la literatura, en el cine, o en el arte, en realidad es una parte de todas las partes. Tiene alma propia, y por sí misma es capaz de gestar todo lo demás. Es ella en sí misma la musa, la creadora, la maestra, la mejor compañera. Si la logras ver, si pasas tiempo con ella. Está en muchos más lugares de los que piensas, y de este lado de la tierra solemos llevarnos pedacitos a casa. Sentimos que aportamos belleza y algo de vida a nuestras paredes humanizadas. Ella solita es capaz de ordenar el desorden del amor, de colocar a las plantas en su lugar, de dar puntualidad al amanecer, y de encender un mixto en la gruta más profunda. Ella es revolucionaria, y crece hasta en las situaciones más adversas, en zonas marginales, y hasta tiene el poder de cuestionar los límites. Es capaz de relativizar tus entresijos, de salvarte de la peor pérdida, y de generarte la mayor de las fuerzas, si la logras ver, si pasas tiempo con ella. Tenemos en la naturaleza la mejor maestra, un ejemplo vivo, la mayor inspiración en todo su esplendor. Esa que existe por sí misma, la que es y la que crece. A veces también sólo la que dejamos crecer. Cuando busques inspiración, perspectiva, o calma, recuerda que existen lugares en los que podrás encontrarla de un modo originario, espontáneo, y natural. Podemos aprender y saber mucho sobre la naturaleza, pero nunca estaremos en el camino del aprendizaje pleno mientras no la imitemos. La tierra viva y sus procesos, son patrones naturales, sabidos como lentos, porque son adecuados, precisos, enteros. Quizá no vives tan lejos de un entorno natural, ese que te hace sentir que respiras de verdad. Observar y cuidar nuestra memoria viva es lo evidente, lo urgente, y lo primordial. Nada más inspirador que volver al origen. Inspirará tu vida, expirará las ruinas, si la logras ver, si pasas tiempo con ella.
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