top of page

Diagnóstico Único


- ¡Doctor, Doctor! ¡¿Qué me pasa?! Llevo un tiempo observando que ya no me gustan las mismas cosas que a la mayoría, y a veces tampoco me siento identificado con la minoría. Es como si me sintiera distinto al resto. No alcanzo a comprender a qué se debe toda esta extraña sensación, pero noto que en cierto modo me cuesta encontrar mi sitio. No me siento de veras realizado en mi trabajo, tampoco realmente valorado. Es como si tuviera la impresión de estar siendo literalmente empleado. ¿Cree que es esto normal? La idea del cambio me seduce ¡y hasta me pone contento! Aunque me dé cierto vértigo… Noto incluso mareos al imaginar que podría compartir más tiempo con mi familia y amigos ¿Qué cree que me pasa doctor? - Tranquilícese Sr González le veo demasiado emocionado. Usted está sufriendo un claro caso de singularidad, un mal común que se está expandiendo a millones de personas que padecen esta particularidad de creerse único. Tenemos suerte de que haya venido ahora porque estamos a tiempo de recuperar toda su NORMALIDAD ya que no presenta aún altas indicaciones de distinción. Así que podremos extirpar espero que sin mayor dificultad, y sin secuelas aparentes. Le voy a recetar 4 horas de televisión diaria (imprescindible gran contenido en prensa rosa, fútbol, y noticias insensibles; por favor nada que le haga cuestionarse su vida o sus sueños, no olvide esto), 3 horas de redes sociales varias, a ser posible no detenga el dedo y deslícelo por la pantalla de un modo hipnótico, y 1 hora de juegos que le abstraigan de la realidad. Sus 8 horas de un trabajo que siga sin gustarle, y pruebe a regalar alguna hora más a la empresa, eso ayudará al proceso. Terminamos el tratamiento diario con 8 horas de descanso sin sueños. Lo sábados y domingos queda libre de tratamiento para poder sentir que es usted mismo, estamos luchando por cambiar esto, y estamos obteniendo resultados satisfactorios, en miles de casos ya se ha conseguido legalizar y reducir el día libre a uno sólo. Pero bueno, para que no tengamos problemas, es importante que empiece todo esto hoy mismo, y retome su rutina con normalidad, no vaya usted a generar un ser único y atípico dentro de sí, o pasará a ser como “los otros” y ya sabe lo que dicen de esos locos raros… quite quite, pobre gente… ¿Por qué insistieron en no conformarse?... Pero usted no se preocupe, lo hemos cogido a tiempo y esto tiene fácil cura. Verá como vuelve a recuperar sus somnolencias y esa sensación de adormecimiento social tan imprescindible para que todo siga igual. Por suerte el Gobierno y su plan de Educación están funcionando a la perfección, trabajan duro para poder llamar “locos raros” a los que se quieren salir del sistema para que nadie nos cuestione a nosotros la normalidad. - Eeemmmm… Doctor, creo que ha habido un error, yo había pedido cita para el Cardiólogo Emocional, ¿acaso me he equivocado de consulta? - Parece que hace bastante que no va al médico Sr González, ¿De dónde ha salido usted? ¡Ha salido en todas las noticias!, sobre todo en las de periodismo moderno, ya sabe, ese que dicen que es el único que no manipula la información. "La voz del pueblo" lo llaman esos pobres desgraciados. El caso es que el Gobierno suprimió las plazas de Cardiólogos Emocionales hace más de 6 meses. La industria farmacéutica quebró, y el Ministerio de Sanidad no tardó en eliminar estas figuras de salud pública gracias a Dios. Hubo sobredemanda de citas urgentes, y las recetas de terapias alternativas no daban abasto, así que imagínese… aquello fue una locura. Millones de personas dándose la oportunidad de creer en sí mismas… Por suerte el gobierno actuó rápido, y los médicos de Cabecera recuperaron sus puestos de trabajo. Venga anímese, no me mire con esa cara, así sin cambios no corremos riesgos y todo va mucho mejor. Verá como en un par de días empieza a sentirse recuperado, y todo vuelve a marchar con normalidad. Si las sensaciones persisten aplicaremos una terapia de choque elevando la dosis horaria de todo, de modo que sobre todo reduzcamos la calidad del descanso, la conciliación de la vida familiar y laboral, también la satisfacción personal y social al mínimo posible, pero eso sí, todo dentro de los márgenes de la legalidad, de la moral y el bienestar ni hablamos, son conceptos que ya han quedado obsoletos. ¡Ah y por favor! No olvide agradecer a su jefe las horas extra que no le paga, esa sensación entrañable que tendrá en un futuro por haber estado siempre demasiado ocupado o cansado para jugar con sus hijos o la sensación de no haber tenido tiempo suficiente para sus amigos. Vuelva en unas semanas para ver cómo le ha ido el tratamiento. Gracias por venir y ¡Hasta pronto! * * * Encontrarás a mucha gente que querrá convencerte de que algo en lo que crees no es posible, incluso muchas veces ese alguien serás tú mismo. A John Lenon le dijeron “nunca te ganarás la vida con esa guitarra, mejor ve a estudiar algo productivo”, y a Edison le echaron del colegio por hacer “demasiadas preguntas”… Sin embargo, lo que más me interesa es hacer mención a esas millones de personas que cada día y sin saltar a la fama superan el miedo a ser esos “locos raros”. Si sientes mareos de felicidad cuando te imaginas permitiéndote creer en ti, estás de enhorabuena, padeces de “Diagnóstico Único”, el mejor trastorno del Siglo XXI. *Todos los derechos de imagen cedidos por la fotógrafa: Romina Far Away*.

Comentarios


bottom of page