Smile!

El amor propio es algo bastante difícil de captar en una fotografía ¿no crees?, los objetivos de las cámaras no están diseñados para algo tan grande, en cambio sí que pueden captar algo como "tu mejor perfil", o "esa perspectiva que te hace lucir como quisieras ser". Sabiendo lo que puede y no puede captar un objetivo es primordial que no confundamos estos conceptos porque estamos hablando de cosas distintas. Quererse es algo muy íntimo, muy delicado y requiere trabajo, práctica y constancia, y eso a su vez requiere de atención, respeto y tiempo. El amor propio que te ocupas en cuidar, al principio y solo al principio te pide un poco más de tu tiempo, porque más adelante deja de ser algo extraordinario para convertirse en algo maravilloso que sencillamente vive en ti. El amor propio es saber quién eres, es enfrentarte a tus miedos en vez de aferrarte a ellos, es valorarte, superarte, es dignificar tu amor y nunca dejar de aprender, es darte verdaderamente la importancia que mereces. ¿Cómo? Reestructura tu tiempo, elimina cosas que no te convienen, o que no te llenan, busca dentro de ti lo que te hace sentir vivo y dedícale todo el tiempo que puedas, alimenta lo bueno, desecha lo malo. Haz aquello que te haga sentir bien, y si aún no sabes qué es seguramente lo descubrirás haciendo algo distinto a lo que has estado haciendo hasta ahora, conociendo a otra gente, haciendo un camino de vuelta a casa diferente al de todos los días, y atreviéndote en definitiva a abrir un cajón que nunca abres por pereza, o por temor. En el amor propio también existe el compromiso, porque es el único modo de superar obstáculos y limitaciones. No puedes labrarlo con nadie, sí compartirlo, no trabajarlo. No dependas de nadie para valorarte y quererte, apóyate en el amor de otros pero no hagas de eso tu sostén o tu pilar básico, no hablo de soledad hablo de independencia y de autoestima, para así poder establecer relaciones sanas y limpias. No creas en la necesidad de gustar a los demás en un sentido físico, eso es una falsa ilusión llena de intereses monetarios y barbaridades sociales establecidas por los siglos de los siglos colmada de estereotipos dañinos; no importa tu talla, importa que te sientas bien y que te quieras. Ocúpate primero de tí mismo, relájate y pasea la vida con valor, lo demás vendrá. Asimismo tampoco has de aferrarte a gustar en un sentido emocional, descúbrete y vívete en libertad, tanto si piensas como el resto como si no, respétate y mímate, puedes estar ocultando algo brillante dentro de ti, y no creo que eso se lo quiera perder el mundo. ¿Te imaginas un mundo lleno de amor propio? ¿Millones de personas creyendo en sí mismas, valorándose, y repletos de autoestima? Pues he de decirte que este amor todavía tiene algo más que te va a encantar, y es la capacidad de contagio que tiene, una vez está en ti, tiene la habilidad de compartirse por sí sólo, se irradia y no espera nada a cambio. Nadie queda en primer o en segundo lugar, todo está en su sitio, porque nadie es más importante que nadie. Este amor no es vanidoso, no es soberbio y tampoco egoísta, en cambio vemos que es sano, generoso, compañero, y valiente. Por otro lado, está claro que necesitamos gustar, y esto no es un hecho que exclusiva-mente tenga que ver con la moda o la cultura "selfie", esto es tan antiguo como la vida, de hecho el ser humano es social por naturaleza y entre sus necesidades básicas sabéis que encontramos la de relacionarnos e interactuar con otros individuos, el boom tecnológico y la pasmosa facilidad con que podemos gustar a golpe de clic, han hecho el resto. Es cierto que no importa cuántas veces haya que repetir la instantánea, tampoco importa mucho el porcentaje de certeza que haya en ella, eso sí, hay que lograr que parezca perfecta. Ahora vivimos un momento de absoluta normalidad "selfie”, sentimos grandes deseos de compartir con el mundo porque es fácil, directo y sugerente. Compartimos algo divertido, algo que hicimos y fue asombroso, algo extremo, atrevido, cautivador, adorable, sorprendente, único, tierno o hermoso, queremos mostrar lo mejor de nosotros y gustar por eso. Esto no es algo negativo siempre y cuando no necesitemos esto esperando algo de los demás sintiéndolo como una necesidad. Por un segundo piensa cuánto dependes de la opinión del otro para reafirmarte en ti, o para procurarte algo que por ti mismo no te atreves a darte. La imagen adjunta a este texto viene a subrayar: Más “yoismo del bueno” y más “todismo del sano”, algo que en inglés sería “less selfies, more selfless”. El dramaturgo Oscar Wilde dijo que “amarse es el comienzo de una aventura que dura toda la vida”. Si te atraen las aventuras y la felicidad, estás en una posición apasionante para conquistarte, no dejes pasar esta oportunidad de crear tu propia historia. ¡Adelante! Puede interesarte leer: Huir.

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