Papeles del mundo
- Patty Lamond
- 17 jun 2016
- 2 Min. de lectura

Soy un papel, un papel ajeno, un papel sin pared, un papel sin tabaco, sin letras, sin saliva, sin lágrimas; soy un papel desnudo y en blanco, soy un papel que a veces no quiero, que no embellece, que no envenena, soy un papel vacío, que no limpia, que no seca, soy un papel mediocre, amontonado entre millones, apilado en cajas, arrugado en enfados. Soy el descarte, el que no juega, el que vale tan poco en tantas partes. Yo, puedo ser todo eso. También soy la emoción de algo nuevo que comienza, el primer mapamundi de casa, o el que deja que tu boca luzca bella. Soy el propósito número 319, el último y definitivo; soy la fotografía eterna, el recordatorio de quien ya no recuerda, y la primera carta de amor correspondido. Puedo ser también ese premio compartido, un libro escogido, una identidad que marca, o un juego de cartas entre amigos. Soy esa obra de arte, una sombra en un oasis, o ese puñado de letras que nunca llega, o ya se ha ido. Yo, puedo ser lo que tú quieras que sea... Pero ten en cuenta que antes de cualquier futuro, yo era un papel vivo conectado a los anillos de mi tronco, unidos en el abrazo redondo que brinda oxígeno y asimila dióxido de carbono.
Asimismo comprendo que también se me valora para tantas otras cuestiones de la vida cotidiana, por eso es que me procesan, me eligen, y me tratan, aunque nadie me pregunte el papel que quiero jugar. Sin embargo, hay algo que sí puede elegirse, y eso sólo depende de ti. Porque Tú puedes usarme con cabeza, tú puedes cuidarme, reusarme, reciclarme; Tú puedes emplearme con respeto, no desperdiciarme, y hacerme llegar a un lugar en el que pueda seguir siendo útil por mucho más tiempo.
Con amor y desde la raíz, te hago llegar una pregunta que me trajo el viento: ¿Me necesitas? ¿Y yo a ti? #Cuídame #Cuídate #Cuídanos porque #túpuedeshacerlo
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